domingo, 15 de enero de 2017

El Macho, por Patricia Rosales

Presentado en "Monologueando", diciembre de 2016
Biblioteca Silvina Ocampo, UNNOBA  


 Ahora estamos mejor.  Calentito en un hogar. Esperando el pito que anuncia quince para la entrada al laburo que me dio Evita. Calentador prendido, té negro y un cacho de pan.
  Bueno, Macho, acordate que antes la galleta estaba. Ahí, en la bolsa colgada del tirante. Galleta y mate cocido había. No faltaba el puchero ni los camotes asados. Puro camote y choclo, será por eso que no los puedo ver ni pintados.

sábado, 14 de enero de 2017

Fierita, de Susana Rinaldi


Presentado en "Monologueando", diciembre de 2016
 Biblioteca Silvina Ocampo, UNNOBA


Es así la cosa, macho, estamos acá, encerrados, sin merca, sin minas, sin ninguna distracción. La vieja me viene a ver todos los sábados, y llora, llora, llora, y me dice hacele caso al doctor, Fierita, él te va a curar. Pero qué mierda me va a curar, si yo no estoy enfermo, lo que quiero es paco. Acá los días son como chicle, se estiran, se estiran, y no terminan nunca. A la tardecita viene el doctor y te pregunta cómo estás, y te encaja una inyección y te dice que es para la "astinencia", qué se yo qué carajo es. El asunto es que cuando me vienen las ganas de paco, babeo por una pipita, sudo, se me seca el garguero, y me quiero dar la cabeza contra la pared mil veces, porque estoy preso, porque me falta merca y no me puedo escapar, y no me dan ni un poquito. 

El jefe, por Liliana Rodríguez

Presentado en "Monologueando", diciembre de 2016 
Biblioteca Silvina Ocampo, UNNOBA


¡Cómo cambian las cosas! A veces pienso que era más feliz cuando era un empleaducho; cumplía mi horario y me iba a mi casa lo más pancho, sin preocupaciones ni nada que decidir. Hasta Encargado estaba bien; el sueldo me alcanzaba, revisaba el trabajo de todos... pero las decisiones las tomaba el jefe. Yo me lavaba las manos. A mí me parecía un boludo, pero claro, es fácil criticar cuando estás abajo.

viernes, 13 de enero de 2017

Oscar, por María del Carmen Derrocco


¡Cómo me gustaba estudiar!, lástima que cuando terminé segundo grado mi papá me llevó a una estancia donde nos fuimos a vivir por su trabajo, y aunque el maestro fue a pedirle que siguiera en la escuela ya que otro chico y yo éramos los mejores alumnos, no quiso saber nada.

Mi alianza, mi aliado, por Jorge Losino

¿Y me decís que vas a terapia por esto? ¡Me estás cargando! Si te vas a mirar para adentro, tené cuidado con quién te vas a encontrar...

jueves, 5 de enero de 2017

Faustino Literato, por Alfredo González

Hace unos días tuve que escaparme al pueblo, porque tenía unas tramitaciones  que hacer en varios lados y no tuve más remedio… Pucha, digo, prefiero montar un redomón que andar con los papeleríos.

Primero fui a la LIGA  para ver cómo estaba el asunto  de  venta de la soja, porque  con estos cambios en la política uno nunca sabe qué es lo que conviene. De paso, desde ahí me orientaron para encontrar las otras  direcciones  que buscaba. Como siempre…  toda la vida la gente en este lugar  fueron  tipos macanudos y nos ayudaron a orientarnos con buena voluntad. No parecen puebleros… ¡deberían vivir en el campo!

jueves, 8 de diciembre de 2016

Distinciones a los talleristas

El 8 de diciembre de 2016, en el marco del concurso de narrativa y poesía organizado por la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), filial Junín, los talleristas recibieron premios y reconocimientos por sus obras.


Liliana Rodríguez, 1° premio en Narrativa. Entrega el premio José Racero, presidente de la Sociedad Argentina de Escritores, filial Junín, y miembro del taller de escritura, PEPSAM


María del Carmen Derrocco, finalista en la categoría Narrativa


Jorge Losino, finalista en la categoría Poesía

María del Carmen Derrocco recibe su segundo certificado por ser finalista en la categoría Poesía